Impacto multisectorial de las medidas de distanciamiento social

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Luis Royero Meneses Instagram y Twitter: @DrTechnoLuis
La actual pandemia de la COVID-19, enfermedad provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, ha afectado de diferentes maneras industrias enteras, actividades académicas, y en general ha cambiado nuestra vida cotidiana. El aislamiento o distanciamiento físico necesario para encarar la pandemia provoca interrupción de actividades económicas, por lo que se hace necesario ayudarnos de la tecnología, creatividad y otras herramientas científicas que nos permitan generar ideas para evitar mayores afectaciones, y a la vez, proteger la salud (integral) de la humanidad. La innovación y el emprendimiento serán herramientas fundamentales para hacer frente al impacto de esta pandemia.
Es importante reconocer los diferentes elementos implicados en la generación de estas ideas durante todo el proceso que implica innovar (y emprender). En el contexto del emprendimiento en salud, es fundamental además promover una visión multidisciplinaria, centrada en las personas (los llamados pacientes), teniendo en cuenta la complejidad de relaciones de otros actores (stakeholders) involucrados.
Vale la pena destacar cómo comprendemos la innovación en el marco del presente documento y cómo se abordó en el webinar. Joseph Schumpeter, quien aportó abundantes ideas al concepto de innovación, definió la innovación como “la introducción de un bien (producto) nuevo para los consumidores o de mayor calidad que los anteriores, la introducción de nuevos métodos de producción para un sector de la industria, la apertura de nuevos mercados, el uso de nuevas fuentes de aprovisionamiento, o la introducción de nuevas formas de competir que lleven a una redefinición de la industria”.
De manera pertinente para los emprendedores e innovadores en el contexto de la pandemia de la COVID-19, conviene conocer la definición de la OCDE: “Una innovación es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores.”
También menciona que: “Las actividades innovadoras se corresponden con todas las operaciones científicas, tecnológicas, organizativas, financieras y comerciales que conducen efectivamente, o tienen por objeto conducir, a la introducción de innovaciones. Algunas de estas actividades son innovadoras en sí mismas, otras no son nuevas pero son necesarias para la introducción de innovaciones. Las actividades de innovación incluyen también a las de I+D que no están directamente vinculadas a la introducción de una innovación particular.”
Se desprende de esa definición que la innovación es un proceso complejo, a lo largo del tiempo, que comprende todos los pasos científicos, comerciales, técnicos y financieros necesarios para el desarrollo e introducción exitosa en el mercado de nuevos o mejorados productos. Podemos ver de manera clara que la investigación y desarrollo (la I+D) es sólo uno de los pasos en el proceso integral de la innovación.
Un concepto relevante es el de la Innovación Abierta, que se define como el uso intensivo de conocimiento tanto interno como externo (de la organización), con el objetivo de acelerar la innovación interna. La pregunta relevante es ¿dónde hay más talento: dentro o fuera de las organizaciones? Ninguna organización, ya sea empresa, universidad, ONG o de otro tipo, tiene talento ni recursos ilimitados, por lo que la apertura y colaboración se imponen como una solución costo-efectiva.